El ver el look como un todo en un selfie nos permite detectar lo que funciona bien y nos gusta, y potenciarlo; también nos permite detectar lo que no funciona bien y es mejor evitar.
Esto sucede más aún si estamos teniendo cambios corporales, debidos por ejemplo a la menopausia o a cualquier otro motivo. Al principio, intentamos seguir vistiendo como siempre, pero empezamos a no vernos tan bien como antes. Aquí el selfie es aún más útil todavía, para ayudarte a integrar los cambios.
A veces puede que no sepas exactamente el por qué algo en tu look funciona bien o funciona mal (después de trabajar conmigo sí que lo sabes, y aprendes a detectarlo por ti misma 😉). En ese caso, confía en tu intuición y sigue experimentando.