Según la teoría del color de Munsell, que utilizamos en el Absolute Colour System©, el negro es un color saturado, frío y (obviamente) oscuro. Por lo tanto, según los sistemas de análisis de color, favorece a las personas cuyo colorido personal en su conjunto (piel, pelo, ojos, etc) es también saturado, frío y oscuro, pues armoniza con él. Si este no es tu caso, el negro no te favorecerá; y como lectores ya conocéis los efectos de un color que no favorece: apariencia más mayor (esto igual no es un problema, pero sigue leyendo), de más ojeras y más arrugas, de poca vitalidad y tez apagada. Ugh. No queremos.
Especialmente si tu pelo es blanco o empiezas a tener muchas canas, puede que el negro cerca de la cara te empiece a parecer demasiado “duro”, incluso aunque tu colorido sea frío. En ese caso, si quieres llevarlo, lo que más armonizará con tu colorido es llevarlo en menores proporciones (sólo la parte de arriba o sólo la de abajo, por ejemplo; o un accesorio).
A veces se viste de negro porque es fácil de combinar. O porque creemos que estiliza (esto no siempre es cierto, lo dejamos para otro post). Si te analizas los colores conmigo y resulta que el negro no armoniza con tu colorido, no te preocupes: encontraremos infinitas opciones para que puedas sustituirlo por otros que mejoren tu imagen: en la mayoría de las 18 paletas del sistema de color que utilizo hay una “versión” del negro para ti, que te dará más luz y vitalidad a la piel.